sábado, 15 de septiembre de 2012

TED: Cuidado con lo que deseas

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Seth MacFarlane es uno de los grandes nombres de la comedia televisiva y posiblemente el creador de series mejor pago del momento. En 1999 creó nada menos que Padre de familia (Family Guy), una increíble comedia de animación que funciona como la versión adulta y transgresora de Los Simpsons. Luego le siguieron American Dad y The Cleveland Show.

Finalmente llegó el momento de pasar al cine, con actores y con un único elemento de animación −pero digital− que el oso que le da nombre al título del film. Recordemos que MacFarlane siempre pone animales en sus series y que esa marca de fábrica no podía faltar acá. El humor del realizador de Ted no es un humor cualquiera, sus chistes son fuertes y la comedia que él hace no se queda sólo en la transgresión por la transgresión misma. MacFarlane tiene un humor muy inteligente y veloz, que supera ampliamente la incorrección política. En su cine hay una constante crítica a los valores de la sociedad contemporánea, así como también un retrato generacional impecable. La cultura popular de fines de los '70 y principios de los '80 aparece de una u otra manera en su obra y Ted no es la excepción.

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No hay que adelantar nada, es mejor que el espectador se sorprenda, pero quienes se hayan criado con esa cultura, esta película es memorable. Para los demás, todo funcional igual e incluso para quienes nunca hayan visto Family Guy, luego de los primeros golpes, el humor se entiende y se disfruta plenamente. Porque además de ser una crítica al puritanismo y la doble moral, Ted es también una comedia para reírse en serio. Es verdaderamente graciosa y auténticamente inteligente. Ver a un oso de peluche que cobra vida y que cuando su amiguito de la infancia ya tiene 35 años él sigue siendo igual, pero convertido en un atorrante absoluto, puede parecer un punto de partida un tanto brutal, pero sin duda es efectivo. Y la maestría con la que el director –quien también hace la voz de Ted− integra al oso a la historia, habla también de un dominio de la narración cinematográfica, no sólo de los guiones brillantes.

Ted es la comedia del año, difícil encontrar tan buena combinación entre ideas, humor y entretenimiento. Mark Wahlberg y Mila Kunis, así como un elenco de secundarios provenientes de la televisión de MacFarlane, le entregan a la película una convicción que se ve fácil, pero no lo es. No hay fallas en esta ópera prima y tampoco hay traición a la carrera previa del director.

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Crítica de 10 puntos:

Con su ya característico humor proveniente de Padre de familia, Seth MacFarlane se anima a hacer un poco más de lo que venía haciendo y también a arriesgar. El resultado es una película que cuenta con un osito de peluche malhablado que fuma marihuana, toma cerveza y -¿por qué no decir algo más específico sobre él?- es putañero. Además, tiene buen corazón y es adorable. Todo eso nos recuerda a otro personaje reciente: Paul, el simpático extraterrestre de la película dirigida por Greg Mottola.

Aquí aparecen elementos familiares: el tipo de humor negro cínico, políticamente incorrecto e irónico de siempre, chistes ligados a la contemporaneidad, que funcionan muy bien, y la actriz Mila Kunis (voz de Meg en Padre de Familia); también hay otros nuevos que sorprenden gratamente, como la presencia de Mark Wahlberg. Acá Wahlberg interpreta a un hombre de 35 años con una mezcla de dulzura y fiesta, como su personaje en Boogie Nights. La historia es simple pero está narrada con mucha honestidad por la voz en off - transgresora- de Patrick Stewart. Es la historia de un niño que una Navidad desea que su oso de peluche cobre vida y se convierta en su mejor amigo. Al día siguiente, cuando despierta, su deseo se ve convertido en realidad y, desde ese momento, oso y niño permanecen siempre juntos, lo que se convertirá en un obstáculo para el crecimiento emocional del personaje de Marky Mark (sí, incluye escena con los pantalones bajos, para nada despreciable) y la relación con su novia, Lori. Es decir, Ted vendría a ser el Dupree que debe mudarse para darle espacio a la pareja. Pero sobre todo, Tedes una buddy movie, un bromance y un coming of age para el personaje de Wahlberg, que finalmente logra superar su miedo a los truenos pero sin dejar de lado al niño que lleva adentro –porque, después de todo, es un niño en un cuerpo de adulto (y qué cuerpo…)-.

La película tiene varios cameos -el más divertido es el de Ryan Reynolds-, y MacFarlane hace un trabajo impecable dándole voz y vida a Ted y, a su vez, intercalando desde guiños a Indiana Jones y Tintín hasta la música de Padre de Familia. También utiliza sonidos provenientes del dibujo animado en un divertido recuerdo del personaje de Wahlberg. El director explota todo tipo de humor: el narrativo, el visual y el de situación, logrando escenas increíbles como aquella en la que Ted es entrevistado por el empleador del supermercado, o cuando el peluche descubre a la nueva cajera: Tami-Lynn. También está la inolvidable canción del “trueno”; además, ver a un osito que muele a palos a Mark Wahlberg funciona como un plus, entre otros grandes momentos.
Es imposible dejar de reírse a carcajadas constantemente, sobre todo en las escenas que incluyen a Ted. El film, en suma, no decepciona en ningún momento, porque es un cine puro y sincero. Es la demostración de que este tipo de humor no pertenece sólo a la TV y de que es tiempo de abrirse y dar paso a un modelo de comedia renovadora que funciona en parte como espejo de la actualidad. Algo que Seth MacFarlane sabe muy bien cómo hacer funcionar.

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Crítica de 4 puntos:

Algo del revuelo que ha generado en cierto sector de la cinefilia el estreno de esta película recuerda lo ocurrido poco tiempo atrás con Batman – El caballero de la noche asciende (2012). Si en ese caso era la devoción por el director Christopher Nolan y por el legendario comic, ahora es Seth McFarlane (Kent, EEUU, 1973) –el exitoso creador de Padre de familia y otras paródicas series animadas– quien vuelve a generar excitación y una evidente predisposición a ver en el producto final algo más acorde a las expectativas que a los logros ciertos. El fragmento de espectadores-consumidores al que apunta es similar: varones ansiosos de diversión cool proveniente del cine estadounidense, barnizada con promesas de algo perspicaz y transgresor.

Ted es, en realidad, una de esas películas hechas en base a una idea de guión única, que se explota agregando personajes y conflictos laterales, conocida antes de entrar a la sala y cuyo final es lo de menos. ¿O alguien recuerda cómo terminaban Quisiera ser grande (1988, Penny Marshall) o Mi pobre angelito (1990, Chris Columbus)?

En este caso, se trata de un osito de peluche que cobra vida cuando su pequeño dueño se lo pide, y que, una vez que éste llega a ser un treintañero inmaduro (Mark Wahlberg), lo acompaña en sus juergas como un cómplice ideal para postergar indefinidamente la asunción de responsabilidades acordes a su edad. Desarrollando esta premisa, en los primeros tramos se suceden momentos saludablemente burlones, con los padres alarmados al ver cobrar vida al juguete y a éste convirtiéndose en un personaje mediático o acudiendo prontamente a calmar al grandulón cuando oye truenos durante una tormenta.
Pero el humor a veces es cáustico y otras simplemente escatológico. Por otra parte, si el punto de partida permitía conducir el relato al delirio, arriesgándose con interpretaciones psicoanalíticas y situaciones absurdas, la gracia se agota en ver a un oso de felpa insultando, drogándose y levantándose chicas.

Aunque se cuenta algo anómalo, en general (más allá de la caracterización algo gruesa de algunos personajes) se los ve a todos demasiado normales. El muñeco en cuestión podría ser una suerte de materialización de la conciencia o un doble sin culpa, pero el film lo convierte en un Alf reventado, un freak sobrador que trabaja en un supermercado y anda por las calles, de traje y corbata, como el más común de los mortales.

Convengamos que no a todos nos causan gracia las mismas cosas, por lo que el tipo de comicidad utilizada en Ted (entre infantil y guarra, con más chistes verbales que gags) no es la principal objeción que puede hacérsele. Sus problemas pasan por otro lado.

En principio, juega a ser una cosa y es otra. Promete desmontar en forma disparatada hábitos de la sociedad estadounidense a lo Monty Python y termina recurriendo a los lugares comunes más conservadores: un secuestro que da lugar a planes de salvataje y persecuciones automovilísticas, separaciones y reencuentros con música sensiblera, y hasta el casamiento por iglesia del protagonista con su paciente novia (quienes, en la piel de Wahlberg y de Mila Kunis, no tienen el aspecto de perdedores desmañados que hubiera sido esperable).

Por otra parte, no se percibe inventiva en el tono, primando una opacidad que hace difícil, sino imposible, encontrar una solución formal interesante. Las numerosas referencias a personajes célebres del mundo del espectáculo y a íconos culturales de los ’80 (Top Gun, Flash Gordon y muchos más), no sólo tienen valor únicamente para espectadores de determinada edad y con información al respecto, sino que, además, plantean un módico dilema: ¿hasta qué punto pueden celebrarse este tipo de fetiches sin mediar reflexiones o ironías que, aunque sea mínimamente, contengan un juicio de valor? Cuando, por ejemplo, Mel Brooks se burlaba de los tópicos del cine de terror gótico en El joven Frankenstein (1974) lo hacía sabiendo que barajaba códigos de riqueza innegable, reconocibles para espectadores de distintas generaciones.

Claro que el ejemplo remite a otra época del cine de Hollywood: hoy la comedia, en cine al menos (de eso estamos hablando), atraviesa una etapa de innegable estrechez creativa, atribuible a diferentes causas.
Nombres como los de Wes Anderson y Michel Gondry pueden considerarse, precisamente, excepciones que confirman la regla.

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Así es, el trasero de Mila Kunis merece una doble mención.

ENLACES/FUENTES:
http://www.todaslascriticas.com.ar/pelicula/ted
http://tiempo.infonews.com/2012/09/06/espectaculos-85227-inteligencia-y-humor-acido-y-divertido.php
http://www.asalallenaonline.com.ar/el-estreno-de-la-semana/95-peliculas/4361-ted-segun-elena-marina-daquila.html
http://espaciocine.wordpress.com/2012/09/13/ted/
http://govindadwijaputra.blogspot.com.ar/2012/07/new-release.html
http://theintermittentsprocket.blogspot.com.ar/2012/08/ted-bear-with-me.html